Es uno de los ejemplos en los que primero se ha hecho famosa la serie de TV, en este caso, y a partir de ahí, aprovechando el éxito, se han editado una colección de cómics de esta original serie, que consta de 7 temporadas en televisión, donde se introducen novedosos planos y efectos. Además, a lo largo de sus episodios se tratan diferentes géneros cinematográficos: musical, homenajes al cine mudo... Es impresionante la generalidad de muchos capítulos. A esto hay que sumarle la evolución que sufren sus personajes, algunos de ellos de gran complejidad. A pesar de esto, pienso que la serie está infravalorada, debido a que está categorizada como una serie para adolescentes, por lo que mucha gente está confundida esperando algo que no es.
A lo que a los cómics se refiere, son una manera genial de que los fans de Buffy sigan sus aventuras, pues reconstituye fielmente el estilo de la serie y con una clara caracterización de los personajes. Algunos de éstes han adquirido cómics propios como el caso de Spike y Angel. Además este nuevo formato de la serie mantiene el humor ingenioso y característico de la serie de televisión.
El punto de partida de la serie está en la película de 1992 "Buffy, la Cazavampiros", pero esta idea de Joss Whedon, creador del personaje, no resultó salir bien y fue un auténtico desastre. Con ella se pretendió romper los estereotipos típicos del cine de terror: una chica joven, rubia, animadora, es atacada por un psicópata.
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